viernes, 1 de julio de 2011

Una Relación De Altibajos: Metallica y el Thrash Metal


¿Quién no relaciona a Metallica con el género que ayudó a construir, “el thrash metal”? La respuesta es que muy pocas personas hablan del género sin mencionar a Metallica. Pero tristemente la verdad es que Metallica renegó del thrash por muchos años y eso le costó mucha credibilidad ante su base de fanáticos más leales; después de ver lo que pasó con Metallica a través de los años uno se pregunta si realmente los de San Francisco amaban al estilo o si Lars Ulrich no era y es un fantoche…

Para muchos el thrash estaba a punto de morir, si no es que estaba muerto, a inicios de los 90’s (esta opinión es muy debatible y si no, vean lo que hizo y sigue haciendo Slayer) y Metallica era el ejemplo de lo que pasaba con el género.  Los hombres de negro, influenciados en gran medida por su productor Bob Rock, consideraron que habían ido muy  lejos con “…And Justice For All” y decidieron que era tiempo de bajar las cosas de intensidad (y de paso quitarle el elemento “odio” a sus canciones), por lo que acabaron grabando el famosísimo álbum negro, “Metallica”. Si bien el álbum no es para nada malo, si representa un bajón en agresividad y profundidad, representa a Metallica tratando de agradar al radio y abarcar a más y diferentes seguidores; muchos viejos fanáticos nunca les perdonaron eso…

No suficiente con el titánico éxito comercial de “Metallica”, los de California decidieron que había que bajar las cosas aún más, porque muy posiblemente razonaron: “Si al no tocar Thrash Metal tuvimos éxito a esta escala, ¿qué sucederá si disminuimos aún más las revoluciones de nuestra música?” Y es en ese momento cuando la debacle musical de Metallica comenzó a fraguarse con “Load” y el objetivo cumpliéndose con “Reload”. Cabe mencionar que todo lo cambiaron: cortes de cabello, vestimentas, estilo musical (adiós thrash) y filosofía ante el mundo musical de la MTV. Lo que si no cambiaron y que era un deber hacerlo, era a su productor Bob Rock, que viéndolo en retrospectiva, terminó como el gran villano de la historia, el hombre que Bonjovizó a Metallica…

En “Load” y “Reload”, Metallica decidió que si el thrash metal estaba anticuado, el metal también, por lo que decidieron tocar “blues”, “grunge”, “alternativo” y por si no fuera poco “country” satisfaciendo de esta manera a los ejecutivos de MTV y de paso “actuando” como meros bufones para entretenerlos…
¿Qué había pasado con la furia del thrash?, ¿con la filosofía de “odio al hair metal y a Poison”? Lars Ulrich respondía que los fanáticos de más tiempo de la banda estaban equivocados, que la “bandita” que ellos admiraban se había convertido en una “bandota” que era demasiado para ellos, que los fanáticos deberían evolucionar…ay Señor Ulrich…

Metidos en problemas, los californianos decidieron sacar un disco de covers de sus influencias llamado “Garage Inc.” (y al mismo tiempo tratar de complacer a los viejos fanáticos); un buen disco que lamentablemente se olvidó al año por el bodrio de “S&M”, en el que los ex thrasheros luchaban por ser parte del establishment, por agradar a los críticos de la música institucionalizada como aquellos de los Grammy’s y los MTV Music Awards.

Teniendo suficiente, Jason Newsted el bajista de la banda, fiel a sus principios se dio cuenta de que la broma había ido muy lejos y de que era tiempo de dejar bien en claro que él no estaba ni había estado contento con lo que Metallica había estado haciendo en los últimos años (no sin antes terminar grabando una horrible canción llamada “I Disappear” que una vez más nos mostraba a los cuatro ex hombres de negro “actuando”, o tratando de imitar a Tom Cruise, en un video que dejaba mucho pero mucho que desear…mención especial a Lars Ulrich, que con su “actuación” patética, ridícula, risible y perfectamente olvidable, nos hace querer retirarnos de las salas de cine por toda la eternidad).

Alguien tenía que pagar el precio de tanta banalidad y ese fue James Hetfield. Sumido en una depresión por la partida de su “hermano menor” Jason Newsted y por varios demonios de tiempo atrás, decide dedicarse de lleno al alcohol y a las sustancias prohibidas, mientras que Ulrich seguía disfrutando del supuesto glamour del show business. Sin bajista y con un productor venido a menos (Bob Rock), los Metallica deciden que es buen tiempo para sacar un disco, “St. Anger” que según eso, era su regreso a la agresividad, al odio, a la profundidad en las letras; pero decidieron que el thrash estaba olvidado y grabaron ese disco tocando “nü-metal” (que de metal nomás tiene el nombre). Está de más decir que el resultado fue un álbum aburridísimo, sin solos de guitarra y lastimero. Nos dolía porque podíamos ver como el gran cerebro del grupo, James Hetfield, era sólo una sombra de lo que solía ser…

¿Y qué creen que pasó?, pues si…a regresar al thrash metal; como hijos pródigos, los de negro regresaron triunfantemente en el 2008 con “Death Magnetic” pero dejando a muchos de sus fanáticos con muchas dudas acerca de su supuesta “autenticidad”. Al menos el que no se salva, ni se salvará es Lars Ulrich, que terminó por desenmascararse y por probar que a él le gusta mucho el glamour y que si la música sufre pues, el fin justifica los medios…

Si, Metallica terminó regresando al thrash (como una novia termina regresando con el novio que botó años atrás por un supuesto “mejor” partido) y reconociendo que siempre fueron un grupo de hombres vestidos de negro y que tocan thrash metal; el problema es que a nosotros, sus fanáticos de mucho tiempo atrás nos quedan la dudas (aunque “Death…” suene muy bien), ¿será auténtico su regreso?, ¿seguirán con su filosofía de “contra todo y contra todos”?, ¿es Lars Ulrich un payaso del establishment?, ¿se habrá domesticado James Hetfield?, y por último, ¿Hammett  realmente toca la guitarra?...

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