viernes, 3 de junio de 2011

MÖTLEY CRÜE en concierto en Guadalajara

CONCIERTO: Mötley Crüe

FECHA: 25 de Mayo del 2011

LUGAR: Arena VFG, Tlajomulco de Zuñiga, Jalisco





Al grito de “It’s a paaaaarty, it’s a paaaaaaaaarty” Buckcherry nos recordaba que era el grupo invitado para abrir el concierto de Mötley Crüe en Guadalajara (o para ser más correctos en Tlajomulco de Zuñiga, Jalisco) en la Arena VFG. Buckcherry es la clásica banda hard rockera gringa con letras incluso más rudas que las de Mötley (por si eso no fuera demasiado) y  dejó a los fans de los Crüe más que listos para recibir a sus ídolos. “Cocaine”, “Crazy Bitch” y el grito de batalla “It’s A Party” fueron los temas que llamaron a la audiencia a tomar las armas y rebelarse contra todo lo establecido.

Alrededor de las 9:30 una intro con música de Beethoven nos avisaba que los Crüe estaban a punto de incendiar la Arena VFG... ¡y qué manera de empezar! Las tres primeras descargas fueron más pesadas que un portaaviones americano dirigido a las aguas de Medio Oriente y sirvieron de recordatorio que Mötley no está ni cerca de estar muerto…”Wild Side”, “Saints Of Los Angeles” y “Live Wire” nos dejaron preguntándonos si la banda californiana es una banda de metal o de hard rock. “Wild Side” con su visión apocalíptica de la vida urbana nos hizo recordar que vivimos en una jungla, “Saints…” ha encajado perfectamente en el viejo repertorio de los Angelinos y es ya un clásico de la banda; fue coreada por todos los roqueros. “Live Wire” nos mostró que Tommy Lee todavía golpea la batería como cuando estaba en sus 20’s. La cuarta entrega “Shout At The Devil”, siguió en la línea metalera de la banda pero decepcionó por dos razones: de tiempo atrás la banda ya no toca la versión original en sus conciertos si no la versión del “Generation Swine” llamada “Shout At The Devil ’97”, que aunque es aceptable nunca llega a la fuerza de la original (¿será porque Vince Neil ya no alcanza las altas notas de la pieza?). La segunda razón fue que por minuto y medio el sonido de la banda dejó de escucharse en la arena; los californianos seguían roqueando gracias a sus monitores donde se escuchaban ellos mismos, pero la multitud estaba confusa y empezó a demandar un rápido arreglo del problema. Gracias a los Dioses del Rock, el sonido regresó para seguir gritando “Shout…shout…shout!!!”, pero este incidente dejó un mal sabor de boca.

Con Same Ol’ Situation (S.O.S.) los angelinos nos recordaron que a pesar de sus episodios metaleros, ellos son una banda de hard rock. El tema se prestó para que los fanáticos masculinos de la banda estuvieran de acuerdo en que “Now, all around the world, girls will be girls!” y para que toda la audiencia coreara “I say no, no, no…no, no, no!” Llegó el puñetazo de “Primal Scream” que una vez más nos dejó enojados y desilusionados porque la banda volvió a perder el sonido por cerca de dos minutos…lo que pudo haber sido un momento de descontrol total y de paroxismo, terminó en un rato de frustración y molestia. Para compensar por el error en el sonido, la banda nos brindó un “Home Sweet Home” que lamentablemente no estuvo a la altura de la versión en estudio. Tommy Lee falló en algunas notas en su teclado y desafinó, el sonido estaba tan fuerte que la guitarra de Mars nunca pudo distinguirse bien…”Home…” pudo haber sido el momento fuerte del concierto pero penosamente terminó siendo el momento más bajo del mismo…

Vince Neil regresó con una guitarra acústica al hombro lo que nos recordó que “Don’t Go Away Mad (Just Go Away)” estaba a punto de ser interpretada. Un clásico que no llegó a entusiasmar a la Arena VFG como otros clásicos de la banda; la razón probablemente el sonido tan alto que no dejaba distinguir los instrumentos. Viendo que la fanaticada se estaba enfriando, los Crüe regresaron con algo estruendoso y efectivo como “Looks That Kill” que no deja lugar a dudas de que la banda quería estremecer a todo Tlajomulco…El “She’s Got The Looks That Kill!” logró que la multitud se metiera al ambiente de nuevo.

Para estas alturas del concierto, uno esperaría que los cuatro roqueros empezaran a ser los showmen que todos conocemos, o que hicieran gala de alguna sorpresa en el escenario (como la cámara que tomaba a chicas desnudas en los conciertos de la gira “Carnival Of Sins”), pero tristemente lo único que obtuvimos fue unas palabras en español de Mick Mars (“¡¡¡¡¿qué pasa Guadalajara?!!!!") , un pequeño solo de guitarra por parte del mismo Mars que sinceramente aburrió, una botella de Jägermeister que Tommy Lee pasó entre el público y la presentación de la banda por Nikki Sixx. Pero eso fue todo…nada por parte de la cara del grupo Vince Neil y aún más triste, un escenario más que sencillo, sin mucha parafernalia; algo a lo que no nos tienen acostumbrados los Crüe

“Dr. Feelgood” fue entonado por los miles de seguidores de la banda pero su interpretación fue algo confusa porque la guitarra no se distinguía claramente. Siguieron los clásicos más viejos de la banda “Too Young To Fall In Love” y “Ten Seconds To Love” que aunque consiguieron que la multitud se involucrara más con los californianos, se sintieron más bien como un bajón respecto a “Looks That Kill”. Y aquí es cuando tal vez la única grata sorpresa del concierto llegó: empezamos a escuchar un solo de batería de Lee y unas notas de la guitarra de Mars que nos invitaban a corear el “Hey!” de “Rock And Roll Part 2” del glamero Gary Glitter (canción que es ya un clásico en las canchas de la NBA). Y más sorpresa aún porque “Rock And Roll…” terminó siendo la intro (y la outro) de “Smokin’ In The Boys Room”, composición clásica de los Crüe y que calentó más el ambiente.

Se podía percibir el final y al momento de escuchar los rugidos del motor de una Harley pudimos confirmar que el final había llegado. “Girls, Girls, Girls” llevó a los fanáticos a la máxima excitación con ese coro que sirve de grito de apareamiento para muchos. Pero la banda aún tenía algo que decir y la guitarra de Mars escupió una intro conocidísima para muchos, la intro de “Kickstart My Heart”. TODA la arena VFG entonó los “OH!, YEAH!” que sirvieron para recordarnos que la música de Mötley es música de parranda, de alto octanaje y de continuo desafío a la autoridad.

Aunque el concierto terminó en una alta nota y empezó de la misma manera, decepcionó por su falta de trascendencia. Sin show, sin escenario, con fallas técnicas y con un sonido distorsionado que hacía difícil disfrutar las canciones. Buen concierto pero que pudo haber sido mucho, pero mucho mejor. Los tapatíos (y los hidrocálidos) esperaban el mismo tipo de espectáculo que la banda brinda en su natal E.U.A. Y es claro que los fanáticos se lo merecían…

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