jueves, 17 de marzo de 2011

Una visión diferente ("Debaterock")


Este artículo pretende dar una visión distinta del concierto de Deep Purple del pasado 27 de Febrero (es decir, una reseña escrita por alguien que no es un fan de la banda británica) y está dirigido a aquellos roqueros que les gustaría tener una visión más objetiva del pasado recital.

No es ningún secreto que los cinco integrantes de la banda saben cómo manejar a una audiencia y hacerla exudar pasión al por mayor. Pero un vistazo más de cerca a los Deep revela la realidad de un grupo venido a menos:

Jack en su reseña del concierto se lamenta de que en la canción “Strange Kind Of Woman”: “extrañamos el duelo de guitarra-voz que antaño protagonizaran Blackmore y Gillan”. Pero para ser honestos sería ridículo que Gillan tratase de entablar un duelo con el actual guitarrista Steve Morse, su voz no da para más y lo más triste es que en una parte del concierto la leyenda británica si intentó el duelo. Lamentablemente como era de esperarse no alcanzó muchas notas y uno terminó preguntándose si realmente era necesario que lo intentara para complacer a sus fanáticos más apasionados. Hay cosas que es mejor dejarlas como un buen recuerdo y no tratar de revivirlas por nostalgia. Gillan sigue siendo grande, es una leyenda y una influencia para miles de cantantes (pregúntenle a Dickinson de Iron Maiden) pero él mismo debe dar a respetar su figura en el mundo del rock. Es como ver en estos tiempos a Michael Jordan tratar de clavar el balón desde fuera del área como lo hiciera en los 80’s...obviamente no lo lograría y nos dejaría una patética e indeleble imagen en nuestra memoria. Para Gillan los intentos de “duelos” como el del pasado domingo 27 de Febrero, le llevan a preguntarse a uno si los demás integrantes de la banda o el manager de la misma están viendo el mismo concierto que nosotros. Hay que saber cuándo retirarse…sólo hay que recordar a Led Zeppelin…

Jack también comenta que “no podemos pretender que cante como en el periodo 1970-73 o como en la época de “Perfect Strangers”" y evidentemente eso es algo que no se puede pretender, pero sí podemos pedirle a Gillan que se respete a sí mismo, que respete su propia leyenda, que se adapte a las circunstancias, que reconozca que puede seguir creando gran música con su voz actual y por sobre todo, que no trate de imitar al Gillan de los 70’s porque ese experimento podría resultar (si no es que ya resultó) muy vergonzoso…

Penosamente, la banda tampoco cuenta ya con uno de sus grandes miembros, el tecladista Jon Lord. Y al no venir Lord a Guadalajara, la mística que rodea a Deep Purple se pierde, si no por completo, si en gran medida. Cabe mencionar que aunque no se pierde mucho musicalmente (Don Airey es un brillante músico), se pierde mucho emocionalmente; el concierto termina siendo “pura nostalgia”, más que una celebración de los valores del rock and roll. Jack declara: “y si bien no están los dos factótum de la banda, (Blackmore y Lord) Steve Morse y Don Airey se entregaron a su máxima capacidad”, ¡pues no era para menos estando en una banda como Deep Purple!, imagínense a dos músicos entregándose a la medianía en un grupo legendario…aterrador pensamiento…
No basta con que Airey y Morse se entreguen a su máxima capacidad, no basta con que ellos estén en la banda y sean iguales y/o mejores musicalmente que Lord y Blackmore… a Deep Purple se le pide más porque es una banda de antología. Ver a Purple con Airey y con Morse, sólo refuerza el sentimiento de que estamos viendo a un grupo parodiando a Deep Purple…

Finalmente el tema Ritchie Blackmore. ¿Cómo puede haber “Deep Purple” sin Blackmore?, fue tal vez el dínamo que impulsó a la banda desde los 60’s y su principal compositor, un genio incomprendido (incluso por él mismo). Ver a un Deep Purple sin Blackmore, es ver a un Led Zeppelin sin Plant o Page…es ver a otro grupo, punto. Steve Morse es capaz de muchas más cosas (técnicamente) en su guitarra pero nunca será Blackmore…Morse es el ex-guitarrista de los Dixie Dregs, de Kansas y que incidentalmente toca con Deep Purple pero que no es Deep Purple. El hecho de que Blackmore no estuviera en el concierto pasado sólo fortalece la idea de que lo que vimos fue algo de Deep Purple con Kansas, Ozzy Osbourne (por Don Airey) y los Dixie Dregs…

El concierto fue sí espectacular, sí soberbio, sí grande sin necesidad de parafernalia como apunta Jack pero carente de la magia y mística de un verdadero Deep Purple. Lo que vimos fue excelente, excelso, grandioso y satisfactorio, y todos terminamos con deseos de comprar discos del morado profundo. Pero lo que vimos no fue Deep Purple, simplemente no lo fue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario